martes, 16 de julio de 2013

UNA PANTERA Y UN CACHORRO, MANE SWETT Y SU HIJO.










Madre, ese era el enorme deseo años atrás. Un hermoso hogar, su niño mirando TV y al mismo tiempo él apreciandola y mirandola con una carita de emoción. El cariño, el amor, el afecto de un propio hijo llena de profunda alegría a una madre, ver que aprenda cosas nuevas, ver que las cosas nuevas le enseñan, ver que lo que le enseña es un logro para los dos, una familia con un sueño. Surgir aun más.

Santiago es feliz, exquisito; se mueve por todo el departamento, se tira como si supiera caminar, quiere hablar, le encanta la música, le fascina bañarse, le gusta estar con otros niños, y es sociable, risueño, muy libre. Está creciendo súper bien. Para la actriz la felicidad está clavada desde que nació su primer niño. El amor de parejas no se necesita, lo hijos dan fuerza y apoyo para mantenerte en pie y así Mane pueda decir: “quiero ser la mejor mamá del mundo, y la mejor abuela después”.

El hijo de la actriz es un angelito inteligente que se socializa con quién conozca. Ya tiene apodos de cercanos que le dicen con mucho cariño. La familia de Mane le tiene mucho cariño al baby incluyendo amigos y compañeros de trabajo. Gracias a él Mane es una nueva mujer, más, pero ahún más que la anterior, más que la propia Pilar Echeñique, más que la Shala-Bota, más que Margarita, más, que Inés Ventura...

¡Ya no hay ninguna vibra mala en el alma, solo hay amor, amor, amor!
Santiaguito es la cinta mágica, una cinta hermosa blanca por dentro y por fuera que sirve como un parche curita, y que une un corazón roto.
¿No es así mamá, actriz, rostro, hermana, tía, mujer? /Mane Swett.

1 comentario:

  1. Anónimo7/16/2013

    que lindo ojala la mane le vaya bien en todooo

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